jueves, 28 de junio de 2012

No te rindas

No te rindas. No fuiste educado así; perteneces a otra estirpe. No importa cuando te hayas caído, cuantas veces hayas fracasado: Fuiste instruido para saber levantarte. Eres el legado de grandes hombers que no vendieron sus valores, y en tuvieron en nada sus vidas por amor a aquel que les amo primero. Eres descendiente de extranjeros y peregrinos en esta tierra, de aquellos que esperaban un hogar mejor. Eres vastago de aquel que sabía que confiaba en tener una descendencia como las estrellas del cielo, a pesar de ser esteril; eres heredero del tartamudo que libero a su pueblo de Egipto; vastago del que derribo murallas y detuvo al sol y la luna; sucesor del que con cinco piedras venció un gigante; legatario del hizo descender fuego del cielo; legatario de una esclava que se convirtió en reina del imperio más poderoso del mundo. En tu corazón laté el amor y la pasión de 12 hombres que trastornaron al mundo; el valor de aquellos que no temían a los leones en el circo; el corajo de aquel hombre insignificante que clavó una declaración de fe y libertas en las mismas puertas del infieno; de los miles de hombres miles de hombres que no han temido a enfrentarse a los peor de este mundo, para llevar una palabra de amor y de esperanza. Pero más importante, fuiste comprado a precio de sangre, por aquel que te amo más que a su propia vida y no reparó en sufrir tu castigo. No perteneces a este mundo, y por tanto, no puedes conformarte con sus migajas. No te rindas, porque fuiste criado para ser más que vencedor.