miércoles, 11 de enero de 2012

Julio Splinker, entre el César y Dios



Nota redactada el 10 de julio de 2010




Con todo el movimiento que hubo en Oaxaca, durante los últimos días, debido a las elecciones, tuve la oportunidad de volver a oir de movimiento político que pensé desaparecido: el partido evangélico de Julio Splinker. Hace tiempo tenía el nombre de "Acción Republicana", del PASTOR Julio Splinker, y se límitaba a ser una asociación política, con poco alcance (solamente Oaxaca), mientras que ahora, varios líderes religiosos evangelicos (incluido Splinker) se han unido, para que sus pequeñas agrupaciones politico tomen fuerza nacional. Así nace "Convicción Mexicana por la Democracia".


Algunos dirán "Que bueno, los evangélicos debemos participar en los asuntos públicos". Y yo tambien lo creo así. Aunque no formo parte ya de ninguna asociación religiosa, se de la calidad moral de los jovenes, hombres y mujeres evangelicos (no digo que sean los mejores, pero son buenas personas en general). No haría ningún mal que participaran.


Pero esto es muy diferente a que un pastor, o cualquier nombre que reciba un ministro evangelico, participe en política, más dirigiendo una asociación politica, que busca convertirse en partido. Este es el caso del Arq. Julio Splinker. Cito textual su curriculum, el cual se puede encontrar en http://conviccionmexicanaporlademocracia.org/page12.html:


"Julio Splinker Martínez es Arquitecto de Profesión por la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca y es Doctor en Teología por la Global University of Theology, con sede en los Estados Unidos de Norteamérica. Como servidor público se ha desempeñado como Director de Obras Públicas durante el gobierno del Lic. Heladio Ramírez López. Fue nombrado diputado plurinominal durante el gobierno del Lic. Diodoro Carrasco Altamirano; y diputado suplente por Tlaxiaco, en la pasada legislatura local en Oaxaca. Fue fundador y presidente de la Agrupación Política Nacional “ACCION REPUBLICANA”. Ha dedicado parte de su vida a dar conferencias sobre valores y principios y la participación política en los Estados de la República Mexicana. Ha ocupado diferentes cargos y apoyado a varias Asociaciones Civiles y organizaciones sociales, tales como: Alas del Socorro, Unión de Camioneros del Estado de Oaxaca, entre otras. Junto con su esposa Norma Hernández de Splinker, dirigen la organización Koinonía dedicada a la restauración de las familias y la promoción y aplicación de principios y valores para el desarrollo humano. Actualmente funge como Secretario General de la Agrupación Política Nacional Convicción Mexicana por la Democracia."


Como observarán, astutamente, omite el hecho de que ¡Koinonia es una agrupación religiosa y Splinker es el pastor! Esto lo pueden verificar en "http://www.grupokoinonia.com.mx/staff.html", donde Julio y Norma Splinker se presentan como tales.


Me pregunto si nadie se ha dado cuenta, o si el PRI (Del cual, las asociaciones políticas de Splinker has sido lacayas), se ha hecho de la vista gorda. Pero estamos ante un caso gravisimo de violación del Estado Laico en México. Nada menos que un ministro religioso, como Secretario General de una Asociación Política Nacional, con registro ante el IFE.


¿Cual es el problema? Aunque no intentaré dar toda una argumentación de la importancia de mantener un estado laico (pues carezco del tiempo y la capacidad), me remitiré a la historía de México, para hacer notar los abusos que una religión puede cometer cuando tienen poder político. De ahí que en el siglo XIX, los liberales (como Juárez) hayan dado inicio a un proceso de Reformar. La importancia de tener un Estado Laico, es que podemos garantizar una coexistencia pacifica de distintos credos e ideologías, sometiendo nuestro juicio a la razón y la verdad que emana de la ciencia, entendida esta como el conocimiento humano que es asequible a cualquier ser humano, más allá de dogmas y revelaciones místicas.


Sin embargo, como ha sucedido en países como Brasil, donde los lideres evángelicos han convertido su autoridad eclesiástica en cápital político, ahora en lugar de tener un Estado Laíco, tenemos un Estado multiconfesional, donde cada Iglesia busca imponer su agenda. Y nosotros, con artimañas como esta, estamos en ese camino.


Como protestate (no ortodoxo, pero protestante al fin) he de confesar que no solamente me importa la laicidad del Estado, si no tambien la moral de la Iglesia. Cualquier estudiante de historia universal elemental, sabrá en que acabo la Iglesia Cristiana cuando heredo el poder del Imperio Romano: La etapa más oscura de la humanidad. Porque como todos los demás, seguimos siendo humanos y el poder corrompe. No hace falta esperar para ver estos efectos: Como se observa en la resolución CG148/2004 del IFE, Julio Spliker incurrió en irregularidades, respecto al financiamiento publico que recibió, lo cual derivó en la suspención de dos años de este, para "Acción republicana".


Por último, me he de confesar molesto, por la actitud de este señor y los líderes evangélicos que lo apoyan. Si bien, muchos de estos tienen congraciones enormes en la ciudad de Oaxaca y otras del estado, tambien es cierto que la mayoría nunca ha sufrido lo que muchos otros pastores han, al llevar el evagelio (auténtico) a comunidades remotas, o incluso, en los inicios, en las ciudades. Sin embargo, ahora tratan de convertir el esfuerzo misionero de estos pastores, en capital politico que redunde en su beneficio, ofreciendo desde desayunos hasta puestos.


Empezamos a tener visos de intolerancia en estas actitudes: Ahora, estos líderes promueven al PRI como el único pártido adecuado para los evágelicos, y promueven el voto a favor de este partido, infundiendo miedos infundados en sus congregantes, acerca del proyecto de otros partidos. Usando como pretexto la supuesta concordancia de principios, se venden de manera absoluta con líderes corruptos del PRI, para ganar posiciones.


En pocas palabras, usan a la Iglesia evangélica, como trampolín politico. Y en el caso de Julio Spliinker, además usa su posición como pastor evágelico, para ganar adeptos, poniendo en peligro (ya que su caso será un antecedente importante) la laicidad de nuestro Estado.


Por el bien de México, y de la iglesia evángelica mexicana, no olvidemos que "Al César lo que es de César, y a Dios, lo que es de Dios".

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